El abuso infantil también existe en el mundo deportivo

EDITORIAL. 

Cortometraje emitido por COPLEF Madrid.

"No hay causa que merezca más alta prioridad que la protección y el desarrollo del niño, de quien dependen la supervivencia, la estabilidad y el progreso de todas las naciones y, de hecho, de la civilización humana". (Plan de Acción de la Cumbre Mundial a favor de la Infancia, 30 de septiembre de 1990 Unicef, Convención sobre los Derechos del Niño, 2015 p. 4)

Es decir, el “maltrato infantil” es cualquier forma de abuso físico, emocional, sexual o negligencia que conduce a lesiones o daños en los menores.

A estas alturas nadie pone en duda que el maltrato infantil existe, pero ¿Qué ocurre en el deporte?

La mayoría de las personas que trabajan, realizan labores de voluntariado… con menores en el deporte cumplen con un requisito fundamental “la protección del menor” y sin ellas las organizaciones como los clubes, escuelas deportivas… no podrían funcionar adecuadamente.

Sin embargo, el deporte también proporciona oportunidades a delincuentes, que abusan de los menores desde una relación de confianza y superioridad como pueden ser las de directivo, entrenador, fisioterapeuta, voluntario...

El maltrato emocional es el más común en el deporte, indicó Vicmarie Rijos, trabajadora social del Departamento de la Familia. “Los padres tienden a incurrir presión a sus hijos con palabras soeces o despectivas para tratar de que el niño reaccione y tenga una mejor actuación”, acotó.

El psicólogo Marcos García, por su parte, señaló que la razón principal del problema es que éstos padres quieren ser atletas a través de sus hijos.

“Los padres ven a sus hijos como una proyección de sí mismo, más que como individuos en desarrollo de con una vida e identidad propia”, agregó.

García destacó que la presión excesiva a la que se exponen estos niños puede desencadenar una serie de trastornos de ansiedad y pobres manejo de frustración.

La mayoría de los problemas psico-emocionales de los atletas en edades adultas, en ocasiones se asocian a presiones excesivas durante su desarrollo infantil dentro del deporte por parte de sus padres”, puntualizó.

Selección de los DIEZ PRINCIPIOS DE LOS DERECHOS DE LOS JÓVENES DEPORTISTAS (Javier Giménez Fuentes-Guerra y Pedro Sáenz-López Buñuel, 1997). 

  1. Derecho de practicar y disfrutar de la competición. 
  2. Derecho de ser entrenada: por personas cualificadas. 
  3. Derecho de ser tratado como un niño. 
  4. Derecho de ser atendidos con la misma dignidad. 
  5. Derecho de no ser explotados.
  6. Derecho de no ser campeón. 
  7. Derecho de descubrir sus propios aprendizajes. 
  8. Derecho a que se respeten los principios. 
  9. Derecho a competir con jóvenes de su edad. 
  10. Derecho a competir con reglamentos adecuados.

Confiesan víctimas del maltrato en el deporte.

Deportistas cuentan cómo la presión de sus padres o entrenadores les ha afectado.

“Nunca recibí apoyo de mi padre cuando no hacía lo que él deseaba, eso me frustraba”.

Esa fue la confesión de un joven de Las Piedras al explicar la razón principal por la que se retiró del baloncesto cuando tenía apenas 15 años. Las exigencias de su padre fueron apagando, poco a poco, el amor que el joven sentía por el baloncesto.

“Mi papá me exigía que anotará al menos 15 puntos por partidos, para él poder considerar que había jugado bien. A veces, antes de los partidos me metía presión diciéndome las cosas que tenía que hacer. Decidí retirarme, ya que no aguantaba la presión de papi. Eran más las veces que no lo podía complacer que las que podía”, declaró el ex-canastero.

Por su parte, un joven de 22 años consideró retirarse del baloncesto por falta de confianza del entrenador.

“Pensé en quitarme varias veces porque el dirigente nunca confió en mí. Hubo un momento que me frustré porque no estaba jugando como yo juego en realidad”, señaló.

También manifestó que su salud física estaba en riego debido al sobre-entrenamiento que daba el entrenador.

“Siempre nos ponía a correr bastante y muchas veces salíamos lesionados porque nos ponía a correr subiendo y bajando escaleras”.

Por otro lado, un joven de 25 años, por otro lado, señaló que su salud emocional se vio afectada por el exceso de presión de le ejercía su entrenador.

“El entrenador se molestaba cada vez que cometía algún error o cuando no hacía las cosas como él quería y nos gritaba, nos hablaba con palabras soeces”, acotó.

El exjugador admitió que llegó el punto que hasta pensó renunciar al baloncesto por verse afectado en su vida social, emocional y académica.

“En la salud emocional me afectó mucho, ya que me desanimé mucho con el deporte.  Incluso hasta cierto punto en mis notas se reflejó un poco, ya que la preocupación de que debo jugar mejor estaba siempre en mi mente y no me dejaba concentrarme bien en las clases. Muchas veces deseaba renunciar a lo que me gustaba hacer que era jugar baloncesto”, declaró.

¿Y tú, que opinas sobre esto? 

Comentarios

Entradas populares